Te haces minúsculo, te degradas, te vuelves errante en la Prisión de Akatonia. Pero nunca olvidas la paz que viviste antaño. Nunca olvidas el verdadero amor ni los rostros de los que te crearon. Y solo tú saldrás de tu encerramiento.
La Prisión de Akatonia es un lugar ficticio que creé cuando escribí el relato inédito «La Ciudad Perdida». Solo los que me conocen de verdad saben qué significa.
Añadir comentario
Comentarios
Cómo puedo leer más?