En la Isla de los Malditos hay una huella, un tesoro. Cuanto más te aproximas, más se aleja. Escribí ese relato en un día de sombras. También escribí las confesiones de un fantasma que fingió amar a la luna, y sigo viva. Todo es un eterno retorno. Buenos días a las seis de la mañana.
La Isla de los Malditos
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